viernes, 20 de enero de 2012

tarde de viernes


¡los bizcochos son de casa!
 tarde de viernes, todo es posible: mis chicos marcan el ritmo de las próximas horas.
Puede ser que nuestra casa se llene de risas y juegos porque vienen sus amigos a jugar o también puede ocurrir todo lo contrario, que la cita sea en otra casa y de repente me quede sola con el peque (¡con nueve meses todavía no sabe lo que es quedar, afortunadamente!)
Quieron compartir con vosotros una costumbre genial que hemos hecho durante los últimos años con mis chicos mayores: cuando nació mi segundo niño decidí que había que buscar momentos especiales para que el mayor fuera también protagonista y así es como empezaron nuestras tardes de viernes en la pastelería.
Nos ibamos juntos a merendar y comentar lo mejor de la semana, sus grandes aventuras en los primeros días del cole, los éxitos y las derrotas, algún enfado y alguna travesura.
¡Umm, que momentos tan especiales!
Y todavía fue mas especial cuando mi hijo mayor me propuso que invitaramos también a su hermano. ¡Qué gusto que fuera él quien tuviera la idea!
Hasta hace un par de años compartimos cada viernes la tarde de pastelería, cruasanes, zumo y confidencias.

Si os animais a poner en práctica esta idea, hacerlo cuanto antes ... ¡porque luego os cambiarán por sus amigos!

1 comentario:

  1. Una tarde de viernes o de cualquier día de "Zumo y confidencias" para mi es lo mejorcito que puede hacer una madre. Ah! las madres "se hacen" y crecen y mejoran con el tiempo. Seguro!!
    Felicidades, Luna!!
    SAludos.J.C.

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gracias por participar!